enero 08, 2007

Biblioteca

A Nestor Groppa

Caminaba con paso lento, con el portafolios en su mano derecha. Siempre me llamó la atención su figura queriendo ser invisible en la galería del Salón de Actos. Derrepente desaparecía.
Los años de irresponsable adolescencia no me dejaban comprender que podría haber sacado provecho, tal vez de alguna charla, un consejo o simplemente el compartir un rato el mismo recinto sagrado de la biblioteca.
Ahora que lo pienso con mayor claridad, quizás con la pretendida experiencia que dan los años, comprendo su negativa a concedernos un reportaje para la revista estudiantil. A cambio nos ofreció un dossier. Aceptamos gustosos aún sin tener la mas mínima idea de que sería un dossier. Diego decía que seguro era algo parecido a un soneto. Yo pensaba que era un cuento en francés y Sergio dijo que por las dudas dejáramos un espacio grande en la diagramación de la revista, que cualquier cosa lo rellenabamos con algún dibujo.
Hoy releo su dossier y su poema a la biblioteca y no puedo creerlo.
En algún lado conservo su original mecanografiado.
El día que lo encuentre no sabré si enmarcarlo, devolverselo a su autor o ponerlo en venta en deremate punto com.