agosto 15, 2007

Perspectiva

Sería bueno poder improvisarte una carta, aunque no sé si esto resultaría útil. A lo mejor te diga que te he amado con locura, o que necesito tus olores tanto como el vino.
Pero sé que no es fácil escribirte entre estos papeles de delirios, entre los ruidos de la ciudad y en medio de esta angustia indeclinable.
Es cierto, la luz ha cambiado la perspectiva de las cosas; pero ya no espero la claridad, ella vendrá sola (si quiere), y me completará. Dibujará tu silueta en la pared, me dirá que puedo tocarte, y tu brazo simulará una caricia.
Pero me despertaré nuevamente en cada ausencia.