marzo 05, 2007

Arquitecturas

Cada vez que te veo me dan ganas de golpearme la cabeza contra una viga de hormigón armado o en su defecto poner los dedos de la mano derecha en el dintel y cerrar la puerta con toda la fuerza.
Es cierto, soy extremista.
Pero cuando no te veo me siento encadenado, encofrado, atado de pies y manos con un hierro del 8.

8 comentarios:

Celeste Sánchez Goldar dijo...

Qué sentimientos despierta! mejor que lo deje dormido!

Volante de enganche dijo...

bueno, mejor no le escribo los sentimientos que usté me despierta porque vamos presos!!
jajaja
un beso

Anónimo dijo...

Es odio?

Volante de enganche dijo...

como lexplico... no, no es odio don anonimo...
gracias por leer

Anónimo dijo...

y que es? usted que prefiere al final de cuentas verlo/a o no verlo/a?

Volante de enganche dijo...

el polígono prefiere verla/o, porque sino de que vive? de que escribe?

Anónimo dijo...

Bueno. Hablando del texto, me hiciste reir. Te dejo un saludo.

Volante de enganche dijo...

se agradece... pero se agradecería saber quien es el anonimo, de curioso nomas...