mayo 31, 2007

Soneto espacial N° 332

Ahora resulta que el Polígono se cree poeta.. en fin



Las únicas veces que
me dijiste te amo,
lo tome a la ligera.
Como este café.

Me dispuse presuroso
a componerte este soneto
desparejo y consistente en
un par de

módicas insinuaciones
relativas a la necesidad de
pegarnos unos buenos

revolcones en los yuyarales
allende el río Pilcomayo.
Y me salió bastante bien

4 comentarios:

Celeste Sánchez Goldar dijo...

Jajajajaja, dígale al polígono que la poesía es lo suyo, definitivamente.
Besitos

Anónimo dijo...

Muy coherente lo suyo, todo amor a la ligera termina en los yuyos; pero que no sea tan rata, viejo; dígale que alguna vez se pague un turnito.

Volante de enganche dijo...

tt:
he tenido grandes discusiones con el polígono al respecto. Ya aparecerán algunas otras rescatadas de viejos cajones.
le mando una respetuosa reverencia

raúl:
indefectiblemente cae en el error conceptual de generalizar. No siempre se termina en los yuyos. No valen miles de poemas para conseguir tal propósito. Y el Polígono se equivoca al elegir el Pilcomayo. Demasiados bichos, abrojos y porque no algún toba o mataco. No es un lugar propicio pal amor.

silvi a. dijo...

La verdad es que de sonetos no entiendo mucho, pero bueh, puedo deducir que son más bien informativos.. :)
Saludos!