noviembre 29, 2006

Deportivas

Las graderías se han poblado de a poco y al parecer tendremos una contienda que sentará jurisprudencia en los anales del deporte mundial.
Los actores (unos vestidos de rojo con vivos verdes y otros con un llamativo azul francia) se ubicaron en distintos sectores del campo de juego, que según pericias tiene dimensiones acordes con este popular deporte. El juez, secundado por sus secretarios, procedió al sorteo de estilo para dar inicio a las acciones.
El equipo de rojo y verde, favorecido por una arbitrariedad manifiesta del encargado de impartir justicia, tomó el inicio de las acciones con un shot largo rumbo a una especie de arco. Se produce una escaramuza, conatos de agresión que Su Señoría deja pasar por alto. Segundos mas tarde pita alguna falta y un grupo de jugadores de uno de los equipos se abrazan y comienzan a empujar a otros (igualmente abrazados) del contrincante.
Vuelven las agresiones. Esta vez el juez si sancionó la nulidad por adolecer el acto de un defecto constitutivo imposible de reparar.
El asesor del equipo azul francia seguramente interpondrá un recurso, que a todas luces será rechazado por improcedente.
El deporte de elite tiene estas cosas inentendibles.
Al final, se hará justicia.

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